Luego de haber transcurrido diez meses desde la promulgación y entrada en
vigencia de la Ley de Arrendamientos, el mercado de alquileres se ha reducido a
un mínimo a nivel nacional. Bien sea por haber generado una mayor burocracia, un
estancamiento de trámites, desconfianza entre inquilinos y propietarios, e
incluso la llamada violencia inquilinaría, la realidad es que, hoy por hoy, los
venezolanos le huyen al arrendamiento.
“El panorama a futuro es muy incierto porque, como consecuencia de la Ley de
Arrendamiento, ya las familias no encuentran viviendas para alquilar”, aseguró
el presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, Aquiles Martini
Pietri.
El problema de la vivienda se ha agravado a pesar de lo que los voceros del
Gobierno pregonen lo contrario. La reciente solicitud por parte del ciudadano
Presidente y candidato a la reelección de que necesitará 6 años más en el poder
para que ningún venezolano quede sin vivienda, da cuenta de ello. Han sido 14
años de gestión revolucionaria y con varios planes a cuestas (Petrocasas, Misión
Villanueva, Misión Vivienda entre otros), que no solo no han podido solucionar
este problema sino, peor aún, los datos recogidos por la Misión Vivienda hablan
de un déficit de 2.7 millones en el país, es decir, el doble de lo reconocido
por el ciudadano Presidente, quien dijo al principio de la “revolución” que el
déficit se ubicaba en, aproximadamente, 1 millón 500 mil unidades.
A diez meses de su promulgación ningún venezolano puede cumplir con esta ley,
pues la Superintendencia Nacional de Arrendamiento no ha podido desplegarse en
todo el país y tampoco ha sido posible que el Ministerio de la Vivienda y
Hábitat defina el valor de reposición necesario para el cálculo regulado del
precio de la vivienda y del canon de alquiler.
"No puede ser beneficiosa una ley que, de forma comprobada, ha acabado con la
oferta de alquileres en todas las ciudades del país. Habíamos advertido que era
injusta pues genera un desequilibrio a favor de unos en perjuicio de otros,
dificultando la relación contractual y armónica entre inquilinos y propietarios,
poniendo acento en la posibilidad del incumplimiento de las partes y
imposibilidad de recuperar la vivienda por parte del propietario", declaró.
A juicio del presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, “esta ley
debe ser revisada y reajustada llevándola a equilibrio para los interesados,
toda vez que se promueva su verdadera discusión con visiones incluyentes y no
con la visión electoral, política e ideológica con la cual se discutió”. Opinó
que una alianza entre el sector público y el sector privado, para desarrollar
proyectos de viviendas en alquiler, sigue siendo una de las soluciones.
Por otro lado, el representante del sector inmobiliario manifestó que las
cifras que se manejan, inclusive las del Banco Central de Venezuela demuestran
que, en ningún caso, ni en el mejor esfuerzo que haya hecho este Gobierno, el
desarrollo de nuevas soluciones habitacionales ha superado la demanda que se
produce por el crecimiento vegetativo de la población. Esto quiere decir,
puntualizó Martini Pietri, que la participación del sector privado, aparte de
ser constitucional, es fundamental y necesaria. En ese orden de ideas manifestó
que deben revisarse las alianzas existentes entre el gobierno nacional y los
gobiernos y empresas privadas con países amigos, para la construcción de
viviendas. “La solución al déficit habitacional no puede ni debe ir en
detrimento de trabajadores, empresas y familias venezolanas”, recalco.
"Con un aparato productivo debilitado, la constante falta de materiales de
construcción, y legislaciones cada vez más centralizadoras y restrictivas, se
aleja más la posibilidad de un plan sostenido y efectivo para que se desarrollen
núcleos habitacionales sustentables con viviendas dignas para todos y cada uno
de los venezolanos", sentenció.
“Los venezolanos debemos esforzarnos y empeñarnos en superar las matrices
sesgadas con visiones políticas e ideológicas para abordar el tema de la
vivienda y solucionarlo en base a la discusión, el diálogo y el compromiso de
todos”, advirtió Martini Pietri. En ese sentido, dijo que los focos de atención
deben ponerse en la producción y distribución adecuada de los materiales de
construcción como son cemento y cabillas; la planificación urbana para crear
habitabilidad y desarrollo socioeconómico en armonía con la expansión y
mejoramiento de los servicios básicos necesarios; la definición de una política
de financiamiento confiable, sustentable y transparente a través de la banca
pública y privada; y la adaptación del marco jurídico basado en el respeto a los
derechos constitucionales individuales y comunes y a la propiedad privada, a fin
de generar tranquilidad y confianza para todos los participantes.
La gran fortaleza de un plan amplio y consensuado de viviendas, donde
participen las empresas privadas, el sector público, las universidades, las
organizaciones gremiales y la sociedad civil organizada, deberá concentrar su
enfoque especialmente en los sectores más necesitados de la población, quienes
verán incrementada su calidad de vida, y por lo tanto Venezuela toda se verá
beneficiada, disminuyendo y cumpliendo así con la deuda social y sus
consecuencias, que no ha podido ser saldada en todos estos años.
“Un modelo de ciudad sustentable, más vivible, donde los servicios funcionen,
exista educación, seguridad, capacidades productivas, movilidad, espacios de
esparcimiento, y núcleos de desarrollo económico, será uno de los caminos que
debemos seguir los venezolanos para encontrar la solución al déficit
habitacional y de esta manera lograr ese clima de paz y progreso que todos nos
merecemos”.
Martini Pietri aseguró que la Cámara Inmobiliaria de Venezuela asume el
compromiso de facilitar las discusiones y planteamientos entre los distintos
sectores, que permitan diseñar este modelo de ciudad a la que aspiramos los
venezolanos, “lo hemos hecho en el pasado y hoy, ratificamos nuestro
responsabilidad y nuestro deber de seguir trabajando por esas miles de familias
que a pesar de las promesas incumplidas de la política actual de vivienda y aún
no ven cristalizadas sus expectativas, mantienen la esperanza de una Venezuela
de opciones, oportunidades y progreso".
Fuente: Cámara Inmobiliaria de Venezuela Prensa